Desde la Caseta de Proyección (No. 76) Graduación
*GRADUACIÓN
CALIFICACIÓN 9.5/10
Filme creíble, bellamente estructurado y contado, teniendo como tema principal el gran amor de un padre por su hija.
Romeo es un médico de casi 50 años que dejó atrás las ilusiones relacionadas con su matrimonio, ahora acabado, y su Rumanía, destrozada por los acontecimientos. Para él todo lo que importa ahora es su hija, de 18 años. Tras los exámenes finales, la joven irá a estudiar a una prestigiosa escuela en Inglaterra. En la víspera del examen, la hija es atacada en la calle. A partir de entonces, hará todo lo posible para garantizar que ello no perturbe el destino que ha elegido para su hija.
El filme cuenta con grandiosas actuaciones de todo su elenco, al grado de que hasta el personaje más insignificante logra destacar, pero es sin duda las actuaciones de los dos protagonistas interpretadas por Adrian Titieni (La Jaula) como Romeo y Maria-Victoria Dragus (24 Semanas) como Eliza, hija de Romeo, los que se comen por completo el filme, al grado de que cada decisión o dolor, lo sientas como propio.
Pero es sin duda el guión del filme lo mejor, ya que la manera en como está estructurado, no solo nos cuenta lo que un padre puede hacer por sus hijos, sino las decisiones que hay que tomar para que en muchas ocasiones las cosas más trauman tés y dolorosas de nuestra vida no acaben con ella y de paso mostrarnos la cruda realidad que vive Rumania (país en el que se centra la historia).
También hay que destacar la increíble dirección de Cristian Mungiu (4 Meses, 3 Semanas y 2 Días), lo cual con cada filme que cuenta solo demuestra el por qué es considerado hasta la fecha uno de los mejores directores de su país, ya que con cada filme demuestra la cruda realidad que vive Rumania y su gente, así como la verdadera naturaleza del ser humano, algo que sin duda este filme cuenta.
Al final nos encontramos ante un filme sincero, realista, doloroso y optimista que demuestra el gran amor que un padre tiene hacia sus hijos y lo que son capaces de hacer por ellos, así que demostrarnos que la vida sigue sin importar que.
