El vice fiscal de persecución y acusación de la Fiscalía General del Estado, Humberto Pérez dio a conocer en rueda de prensa la detención de un sujeto imputado por el homicidio de una joven cuyo cuerpo fue localizado sin vida la tarde del pasado martes en las inmediaciones del antiguo aeropuerto a unos metros del anillo vial Fray Junípero Serra, en la zona poniente de la capital queretana.
Precisó que las declaraciones de testigos indicaron haber visto al agresor en las inmediaciones del sitio en donde fue localizado el cuerpo de la joven Diana Cristina Ramírez Martínez, de 26 años de edad, a quien se le vio por última vez con vida el pasado martes 17 de julio a las 5:30 de la mañana en las inmediaciones de la Avenida de la Luz.
Con la información que se tuvo de la investigación, se realizaron cuatro cateos y entre ellos se procedió a la aprehensión del sujeto imputado por el homicidio de la joven.
También señaló que el cuerpo presentaba un traumatismo cráneo encefálico severo, además de que el cuerpo ya había seguro sido devorado parcialmente en el rostro y una pierna por fauna de la zona del hallazgo. En el lugar se encontró una piedra con manchas de sangre con la que se presume ultimaron a la joven. Aunque no se mencionó en la rueda de prensa, también la pantorrilla derecha de la joven había sido también blanco de los animales.
Finalmente indicó que se sigue con las investigaciones y que hasta el momento no se ha podido comprobar si existió agresión sexual en contra de la víctima previo a su asesinato. Además de que será presentado para la audiencia inicial y vinculación a proceso por parte del juez de control.
Finalmente indicó que hasta el momento no se tiene información de que haya más participantes y que la pena que podría alcanzar el imputado es de interés los 15 y 50 años de prisión por homicidio calificado. Pero en dado caso de que se reclasificarse como feminicidio, podría alcanzar una pena de entre los 20 y 50 años de prisión.
LOS HECHOS
De acuerdo con fuentes cercanas al caso, la joven Diana Cristina Ramírez Martínez, de 26 años de edad, era técnico laboratorista. Llevaba puesto un abrigo negro, leggings y zapatos en color blanco. De tez morena clara y 1.60 metros de altura. braquets que le adornaban la sonrisa Como cada mañana se dispuso para ir a trabajar de su casa. Ubicada en la zona nor poniente de la ciudad, por lo que se desplazó a la Avenida de la Luz a tomar el transporte público, para ir a sus labores en la zona de la Calzada de Los Arcos. El camión la dejaba en el cruce de Boulevard Bernardo quintana con Avenida Universidad, desde donde caminaba para llegar a su destino. Eso fue lo último que supo su familia de ella con vida.
Por la tarde de ese martes, los padres de la joven comenzaron a sentir preocupación, ya que se había retrasado de la hora habitual y no se había comunicado. Debido a que Diana no era una chica que acostumbrara salir de ciertas rutinas, de inmediato los padres hablaron a su lugar de trabajo, peor les indicaron que no se había presentado y que no había dado aviso de faltar, además de que tampoco se le pudo contactar.
La familia de la joven comenzó a pedir el apoyo de los amigos de Diana para encontrarla. A través de redes sociales se comenzó a difundir las fotos con sus datos, se pegaron volantes en postes, se hicieron recorridos en los lugares que frecuentaba, además de que se acudió a hospitales, juzgados, terminales de autobuses o lugares a donde pudo haber sido llevada.
Así transcurrieron las horas del lunes. Inició el martes y la información sobre su paradero era nula. Se acudió a realizar las denuncias correspondientes a la Fiscalía y se comenzaron con las investigaciones, aunque no se activó el protocolo Alba, debido a que – según el vice fiscal- faltaron elementos al momento de hacer la denuncia para suponer un peligro categórica y objetiva.
Pasaron casi 21 horas después, por lo que hasta la tarde del miércoles se tuvo noticias del hallazgo del cuerpo de una mujer en un predio en el que están las pistas de aterrizaje del antiguo aeropuerto, a unos metros del Anillo Vial Fray Junípero Serra. Las autoridades se comunicaron con la familia para pasar el penoso episodio de la identificación del cuerpo, por lo que acudieron a la dirección de servicios periciales. Efectivamente, era ella. Tres horas tardó la necropsia, “eternas y dolorosas”, de acuerdo con sus amistades. Pero aún no era el momento de entregarla para que sus familiares pudieran despedirse de ella y honrar su vida y memoria.
Fue hasta el jueves al medio día que la pudieron tener con ellos, pero ya sin vida, inerte. Horas después la velaron en compañía de sus familiares y amigos, de compañeros del trabajo y de la escuela, que no daban crédito de lo ocurrido.
Finalmente, el viernes se celebraron sus servicios fúnebres, por lo que fue acompañada a su última morada. Ahí los recuerdos afloraron y los gritos que pedían justicia no se dejaron esperar de entre las gargantas llenas de dolor. “Ella era muy noble, extraordinaria mujer, trabajadora, curiosa. Siempre que la cuestionaba me decía. -ay no sé, pero déjame investigo y te digo- señala una de sus amistades.
PIDEN JUSTICIA
Amigos y familiares de Diana Cristina pidieron a través de sus redes sociales el que se esclarezcan los hechos y se de castigo al responsable de acabar con la existencia de esta joven técnico laboratorista, que fue blanco de un hecho violento que deja una estela de dolor entre sus familiares.
Trascendió que el imputado de este crimen estudió en la misma preparatoria que la víctima, el Cetis 105 y que había entablado una relación sentimental con él, misma que habían dado por terminada.
