“Mi Perro Tonto” (del Tour de Cine Francés) una buena película para disfrutar en pantalla grande
Desde la Caseta de Proyección (No.246) Mi Perro Tonto "Tour de Cine Francés"
Por: Germán Ramírez.
*MI PERRO TONTO (TOUR DE CINE FRANCÉS)
Elenco: Yvan Attal, Charlotte Gainsbourg, Pascale Arbillot, Adèle Wismes, Sébastien Thiery, Ben Attal, Eric Ruf, Pablo Venzal.
Director: Yvan Attal (New York, I Love You).
Clasificación: «B».
Henri es un escritor de mediana edad en crisis. ¿Quienes son las personas responsables de sus fracasos, su abstinencia sexual y su dolor de espalda? Su esposa y sus cuatro hijos. Justo en el momento crítico en el que está haciendo un balance de su vida, de todas las mujeres que nunca volverá a tener y de todos los coches que nunca conducirá… un perro de metro y medio, maleducado y demasiado entusiasta, decide instalarse en su casa. A pesar de los intentos de toda su familia por echarlo y que el amor incondicional de su mujer comience a flaquear, este perro, al que deciden llamar “Tonto”, se convierte en el nuevo mejor amigo de Henri y le ayudará a entender que en la adaptación al cambio, está su verdadera felicidad.
Una de las grandes ventajas de la cinta se debe a sus las fantásticas interpretaciones de su elenco protagónico, pero es su guión, sin ser tan espléndido, el que convierte a este filme en algo divertidamente seco y crudo; esto se debe en gran parte a que a pesar de tratar de divertir a su espectador, siempre la hace con esa crudeza que no te deja reír a carcajadas, como te gustaría, porque en gran parte, como sociedad, lo que nos relata es más triste y doloroso, de lo que creemos en un principio, pero realista y honesto en todo momento.
Y es que con su trama sencilla, sabe tocar los temas muy bien del amor, depresión, tristeza, abandono, sobreprotección, dependencia, creencias y amistad, y jamás caer en la pretencioso.
Aparte, por primera vez, el director indaga en la masculinidad moderna de su protagonista, algo que siempre había dejado a medias en sus pasados filmes, que hace este largometraje sea de los mejores de su filmografía; ya que nos entrega a un hombre de mediana edad que debe, por sí solo, indagar de nuevo en él y en la modernidad en la que ahora vive, para encontrar de nuevo la felicidad que se ha negado desde hace años.
Y es que no solo las grandes actuaciones de sus protagonistas sobresalen, ya que el más grande valor de la película proviene de un perro y el significado que se le da en la película, ya que ayuda a nuestro protagonista a encontrarse a sí mismo, valorar lo que tiene y quiere de su vida; así mismo, nos demuestra la hermosa amistad que se puede dar entre las personas y los animales, ya que éstos por lo general son más incondicionales con nosotros, que nuestros seres más allegados.
Eso sí, a pesar de los grandes temas que aborda, las grandes actuaciones y la buena dirección, el filme llega a flaquear en más de una ocasión y aunque nunca se derrumba, se logra identificar estos problemas debido a la sencillez de su trama; pero sobre todo, porque varios de estos tropiezos surgen en el clímax de la película.
Al final estamos ante un filme crudamente divertido, que nos llevará de la mano a descubrir, de una manera entendiblemente sencilla, el gran valor del amor, amistad, amor propio y creencias, como la evolución y amor personal, son nuestra mejor arma para llegar a esa felicidad que tanto anhelamos o hemos perdido.