“Estación Zombie 2: Península” llegó al cine como una película entretenida y llena de acción

Desde la Caseta de Proyección (No.250) Estación Zombie 2: Península

Por: Germán Ramírez.

 

*ESTACIÓN ZOMBIE 2: PENÍNSULA

 

Elenco: Gang Dong-won, Lee Jung-hyun, Lee Re, Kwon Hae-hyo, Kim Min-jae, Gyo-Hwan Koo, Kim Do-yoon, Lee Ye-won.

Director: Yeon Sang-ho (Estación Zombie).

Clasificación: «B-15».

 

Cuatro años después de la epidemia zombi, Corea sigue infestada de monstruos y el soldado Jung-seok, que escapó del país, se ve obligado a regresar a Seúl para recuperar un objeto valioso; allí descubre que hay, todavía, personas sanas en la ciudad.

Si algo tengo que aplaudirle a este filme, es su soberbio comienzo, ya que respeta a toda costa el estilo y crudeza de su predecesora, algo en lo que falla en el resto de la cinta; pero es precisamente gracias a su primicia que sabe como enganchar a su público.

Y es que el gran problema con el que cuenta la cinta, es su exceso de acción, algo que la hace sumamente entretenida, pero nada cautivadora o interesante, ya que nos entrega historias a medias y poco desarrolladas; y es que, al igual que su predecesora, trata de centrar su historia en una familia pequeña y rota, pero su destreza en ello es nula, algo por lo que destacaba «Tren a Busan», ya que supo combinar muy bien su trama con la acción y el terror, pero aquí carece de el primero y el tercero (en menos medida), algo en lo que también se equivoca, ya que el terror solo lo maneja muy bien en los primeros minutos.

Eso sí, hay que aplaudirle su destreza a la hora de manejar la acción, ya que está muy bien realizada y orquestada, a pesar de que se le notan en algunos momentos sus fallos dentro del CGI (Imagen Generada en Computadora por sus siglas en inglés), éstos jamás dejan que la película se estanque, ya que su director supo crear ese ambiente oscuro y tétrico.

Ante las actuaciones, la mayoría lo hace muy bien y los personajes más jóvenes son los que destacan más, sin tan siquiera ser los protagonistas, esto se debe al amor que dan sus intérpretes a la hora de darles vida, ya que los llenan de valentía, ternura y carisma; por desgracia, el personaje principal carece de esto para hacer que el espectador se conecte con el mismo, algo que sí logran los personajes más jóvenes.

Al final estamos ante un filme dominguero, sumamente entretenido y divertido, que peca a la hora de entregarnos una historia poco desarrollada y cautivadora; aun así vale la pena, si solo quieres pasar un buen rato.

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