“Relic: Herencia Maldita” es muy buena película de terror
Por: Germán Ramírez.
*RELIC: HERENCIA MALDITA (Cines)
*Nominada a 6 premios AACTA (Academia Australiana de Cine y Televisión «El Oscar Australiano»), Mejor Película, Mejor Director (Natalie Erika James), Mejor Actriz de Soporte (Bella Heathcote), Mejor Guión Original, Mejor Sonido, Mejor Maquillaje y Peinado.
Elenco: Emily Mortimer, Bella Heathcote, Robyn Nevin, Steve Rodgers, Chris Bunton, Jeremy Stanford, Catherine Glavicic, Christina O’Neill, John Browning, Robin Northover.
Director: Natalie Erika James (Drum Wave).
Clasificación: «B».
Una hija, una madre y una abuela, son acosadas por un tipo de demencia que está consumiendo a la familia.
Estamos ante un filme que no es precisamente para todo tipo de público que ame el genero de terror, ya que si quieres ir a ver una cinta llena de sustos y cosas sin sentido, te informo que éste no es tu largometraje, ya que aunque sí llega a recurrir a éstos, solo lo hace lo necesario; su verdadera fuerza proviene de un guión un poco sencillo, pero eficaz, inteligente, tosco e interesante, que toca temas como las relaciones y los vínculos familiares, pero principalmente la vejez y demencia senil.
Esta última es la que tomará mucho más fuerza en la trama, ya que la conoceremos como el ente o herencia maldita, que te transportará a un desgarrador infierno.
A ello se le suman tres actuaciones soberbias de sus únicas protagonistas, quienes, sin más que su talento y química entre ellas, te mantendrán prensado a tu asiento, ya que saben cómo manejar el terror y transportarlo a su espectador; sobre todo en sus gloriosos últimos 20 minutos, donde explota todo, convirtiendo a este filme en uno de los mejores de su tipo, junto a cintas como: Hereditary, La Bruja, Midsommar, El Faro, Viene por ti, Babadook, Viene de Noche, ¡Huye!, entre otras que han puesto al género de terror (psicológico y de autor) de nuevo en las grandes ligas.
Por desgracia, si cuenta con algunos detalles un poco descuidados y toscos dentro de su trama, pero nada de qué preocuparse, ya que sabe cómo arreglarlos o justificarlos en la mayoría de las veces; pero, sin duda, a parte de su dirección y actuaciones, es su fantástico sonido, el que eleva a esta cinta al máximo y la coloca en donde está, sabe cómo generar terror, angustia, miedo, frustración y ansiedad, sin la necesidad de un ente, espíritu, monstruo, etc., que lo apoye.
Al final estamos frente a una reflexión extremadamente poderosa sobre los estragos del paso del tiempo, la vejez, demencia, soledad y vínculos familiares.