Los “Judas”, tradición queretana de Cuaresma que re surge de entre la pandemia

Las mañanas de los domingos del tiempo de Cuaresma son peculiares en la delegación Felipe Carrillo Puerto y los barrios que la componen. Y es que las túnicas de colores chillantes, las máscaras de cartón, el sonar de las alcancías metálicas y una distintiva pluma de color adornan las calles en recorridos donde los “Judas” van acompañados por el sonido de las flautas de carrizo y de los tambores de cuero de chivo para pedir la cooperación de los lugareños, con la finalidad de tener lo necesario para la representación de los pasajes bíblicos de la Semana Santa que, en este 2022 cumplen 100 años de realizarse.

 

Desde las 8:00 de la mañana, todos los domingos de Cuaresma, un grupo de actores participantes de la representación de la pasión, muerte y resurrección de Cristo a través de la asociación “Nuestro Padre Jesús Nazareno”, también conocido como “La Judea” se dan cita al exterior del templo parroquial, ubicado en la Calzada Guadalupe de la delegación Felipe Carrillo Puerto, para dar vida a estos personajes que son parte de las tradiciones de la comunidad.

 

Su nombre de estos personajes fue tomado del apóstol que, según la Biblia traicionó y vendió a Jesucristo por 30 monedas de plata. Es por ello que se toma a este discípulo traidor para hacer una sátira y encauzar la ambición que tenía al poder y al dinero, para ponerla al servicio de la comunidad y que se junten los recursos para poder pagar parte de los gastos que conlleva una representación bíblica con actores que hacen la representación de la Pascua cristiana.

 

Pablo lleva más de 25 años vistiéndose de Judas, algo que para él es una bonita tradición que tiene como finalidad divertir a las personas y apoyar a la realización del viacrucis viviente. Recorre a pide desde el templo parroquial hasta El Retablo, pasando por las calles de los barrios, sorteando vehículos, uno que otro perro que les sale al paso y la indiferencia de muchas personas.

 

Los vecinos salen para poner una moneda o, en el mejor de los casos, un billete que suma a los fondos para la representación de Semana Santa. Los despiden de buen humor y les desean buen camino. Algunos niños corren al ver a estos personajes, otros más les dan la vuelta para no se blanco de sus travesuras. A su paso cruzan canchas de futbol, donde aprovechan para pedir cooperación a los presentes. No falta quien pide la foto del recuerdo con estos personajes y la subirla  a sus redes sociales.

 

“Ya llevo unos 25 años en esta tradición, año con año. Me gusta como hacemos la colecta y la vestimenta tradicional de aquí del barrio. Aquí participaba mi papá y seguimos. Usamos estos colores que sean llamativos. La pluma es una forma para que cooperen. Se les da un pequeño piquete en el oído, pero a manera de juego. También es una forma de simular que le apuntas la cooperación a quien la da. Hace unos años íbamos a San Pablo y a Loma Bonita. Actualmente solo vamos a El Retablo. Ahorita nos dieron el chance de que cinco domingos salgamos a colectar”, precisó Pablo.

 

En cuanto al efecto de la pandemia, señala que fu una situación complicada para la tradición, pero que ahora se puede retomar con nuevo impulso con la comunidad. “Fueron dos años en que no se hizo Semana Santa en Carrillo. Estuvo un poco triste y se suspendió todo. Ahora retomamos todo y gracias a Dios, lo estamos haciendo otra vez y con muchas ganas”.

 

Pero no olvidemos un elemento importante que anuncia la llegada de los Judas. Son los ”pifaneros” que, con su flauta de carrizo y su tambor de madera y piel de cabra son el preámbulo para que las familias preparen su cooperación y vean pasar a estos pintorescos personajes por las calles de sus barrios.

 

Bacilo Pérez Hernández tiene 77 años de edad. Sus pasos siguen siendo firmes y su andar es el de una persona que está acostumbrada a caminar. Con destreza toca las notas con su flauta de carrizo acompañada por el tambor. Desde los 7 años de edad aprendió a tocar estos instrumentos que son tradicionales en las festividades de la religiosidad popular de muchos barrios de Querétaro. Estos domingos de Cuaresma acompañan a los Judas y mantienen este legado cultural.

 

“Hemos andado en colectas con ellos. Hacen falta apoyos para poder dar las pláticas y que salgan más tamborileros. Aquí en Carrillo nos reciben bien y nos tratan bien, nos gusta mucho participar”, recalcó. Agregó que, a pesar de la pandemia, se ha podido volver a salir a las calles y mantener viva esta tradición.

 

Si usted ve pasar a estos personajes, no dude en cooperar y ser parte de una tradición muy propia de esta zona de nuestro Querétaro: los Judas.

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