Se cumplen 43 años del monumento queretano a la Lucha Libre
Por: Manuel Chávez
La Arena Querétaro consumó el sueño del empresario Carlos Maynez, logró poner este recinto en lo más alto de la lucha libre, el Perro Aguayo, el Hijo del Santo, Canek, Mil Máscaras, Místico y André “El Gigante”, fueron las principales estrellas que se congregaron en el ring de la arena, que se convirtió en el epicentro de un espectáculo muy al estilo mexicano.
Las cuatro esquinas del ring se transformaban cada vez que había función, los martes y domingos la ciudad de Querétaro tenía el espectáculo con el que tanto había soñado, las estrellas llegaban hasta la capital del estado. Jóvenes, adultos, niños y niñas tenían a unos minutos de su casa a los héroes que antes solo veían a lo lejos.
La pelea de Andre “El gigante” en la Arena Querétaro quizá fue el punto más alto de estos 43 años de historia. El recinto se llenó incluso más allá de lo permitido, la gente hizo filas eternas por lograr ver a un ídolo de masas como el peleador francés. La combinación entre el espectacular físico del extranjero y el colorido y la viveza de la lucha mexicana fue inolvidable, la gente salió tan contenta del show, que aún cuentan con orgullo haber podido ver el combate.
Los acuerdos comerciales fueron la clave para posicionar la marca de la Arena; peleadores de México, Estados Unidos y Japón, hicieron vibrar al público local, Querétaro tuvo el lujo de albergar a algunos de los más grandes de la historia, no solo de México, sino del mundo, Maynez logró traer lo mejor de la lucha libre a la pequeña ciudad y de paso volvió al deporte en una obsesión para el barrio de la colonia España.
Aún hoy, los días de eventos en la arena tienen algo especial, las calles de Felipe Ángeles y Playa Ayala se llenan de máscaras y playeras, los vecinos salen de sus casas para contarle al mundo lo mucho que importan las luchas en estas calles. Vecinos, amigos y familiares se encuentran en las afueras del recinto, ponen ambiente desde horas antes y se siente como un reencuentro de amigos.
Por la Arena ya han pasado los años y eso no se puede ocultar, los muros reflejan el paso del tiempo, la pintura se ha desgastado y al edificio se le notan las 4 décadas, y en parte es positivo, son el recuerdo de lo que ha sido, pero para la nueva administración son un recordatorio de lo que debe cambiar en este proyecto.
Desde noviembre de 2024, un nuevo equipo llegó a la arena, consciente del legado histórico que tiene el recinto, pero también con la mente clara hacía un futuro en el que la lucha libre vuelve a las primeras planas, un futuro en el que el ring de la Arena Querétaro, se transforma, otra vez, en ese lugar donde jóvenes y adultos vieron a sus héroes brillar.
Sin duda es un gran reto, el entretenimiento ha evolucionado en todos sus aspectos y el recinto debe transportarse al 2025, porque hoy parece seguir en los años 80´s. Veremos cómo la nueva administración trabaja por devolver las viejas glorias y llamar la atención de un público que poco a poco ha olvidado la magia que transmite este deporte. Pero hay que ser optimistas, en lo profundo del corazón de México siempre habrá un lugar especial para la Lucha Libre.
Una parte fundamental será reenganchar al barrio de la colonia, que creció con la Arena como uno de los lugares más importantes del estado, hay que devolverle a la gente la ilusión y atraer a los más jóvenes al ring, para que se conviertan en los peleadores del mañana, hacia allá camina la nueva era de este recinto, con clases de lucha y un apoyo por el talento local, quienes serán los encargados de relanzar la lucha libre en Querétaro.
El futuro luce complejo, lleno de retos, pero también de oportunidades, la administración actual se está encargando de regularizar el espacio, atraer a nuevos patrocinadores y volver a colocar la lucha mexicana en alto, con espectáculos tradicionales, llenar la arena de jóvenes y niños para hacerlos soñar y mostrarles que en la lucha libre hay un sentimiento que va más allá de lo que pueden imaginar.
