Ángel Damián
Rocío González, madre de tres hijos, exige justicia por la muerte de su hija Lluvia, una niña que se quitó la vida después de haber denunciado a su padre biológico por abuso sexual.
De acuerdo con el testimonio de la madre, los hechos comenzaron cuando la menor tenía nueve años y se prolongaron hasta los once. Fue entonces cuando la niña se atrevió a contar lo ocurrido.
“Ese mismo día levantamos la denuncia. Ella se sentía muy culpable, me decía que me había hecho sufrir. Estaba llena de confusión y angustia, como muchas víctimas de este tipo de violencia”, relató Rocío.
El caso fue denunciado ante las autoridades y, tras reunir pruebas, el agresor fue vinculado a proceso. Sin embargo, la madre denuncia que la justicia tardó demasiado y que los aplazamientos constantes en las audiencias afectaron gravemente a su hija.
“Nos quedamos estancados en la audiencia intermedia. Él fue detenido, pero después lo dejaron libre con un brazalete electrónico porque su abogado alegó que podía perder el trabajo. A nosotros nos dieron un aparato que vibraba si él estaba cerca, pero como trabajaba por la zona, el aparato sonaba a cada rato. Vivíamos con miedo”, explicó.
De acuerdo con Rocío, esa situación deterioró el estado emocional de la menor.
“Mi hija tenía crisis nerviosas, se ponía mal. Decía: ‘Mamá, él sigue su vida normal y nadie me cree más que tú’. Yo la veía apagarse cada día más.”
Rocío asegura que su hija expresaba su desesperación en dibujos y en su diario personal. El 18 de septiembre de este año estaba programada una audiencia clave del proceso, pero fue nuevamente diferida.
“Cuando se lo dije, se molestó mucho. Desde ese día la noté distinta, ya no quería salir, no se arreglaba, estaba enojada todo el tiempo”, recordó su madre, siendo el 24 de septiembre cuando Lluvia decidió quitarse la vida.
Rocío González hizo un llamado a las autoridades de Querétaro para que su caso no quede en el olvido.
“Yo no busco venganza, busco justicia. Mi hija pidió ayuda y nadie la escuchó. No quiero que ninguna otra madre pase por lo mismo”, expresó.
La madre lamentó que los procesos judiciales sean tan lentos y que, en muchos casos, las víctimas mueran esperando una respuesta.
“Mi hija murió esperando justicia. La ley tardó demasiado.”
