Judy se estrenó en el cine; con soberbia actuación de Renée Zellweger
*JUDY
Elenco: Renée Zellweger, Rufus Sewell, Finn Wittrock, Michael Gambon, Jessie Buckley, Bella Ramsey, John Dagleish, Gemma Leah Devereux, Gaia Weiss, Andy Nyman,
Director: Rupert Goold (Falsa Identidad).
Clasificación: «B».
Por: Germán Ramírez.
Durante el invierno de 1968, treinta años después del estreno de ‘El mago de Oz’, la leyenda Judy Garland llega a Londres para dar una serie de conciertos; las entradas se agotan en cuestión de días, a pesar de haber visto su voz y su fuerza mermadas. Mientras Judy se prepara para subir al escenario, vuelven a ella los fantasmas que la atormentaron durante su juventud en Hollywood; a sus 47 años, se enfrenta en este viaje a las inseguridades que la acompañaron desde su debut.
La gran virtud del filme es la soberbia actriz Renée Zellweger, ya que la interprete nunca actúa como Garland, ella en cada segundo de la pantalla es Garland, ya que su actuación es tan sublime, sutil, cálida, frágil y brillante, que conmueve y fascina al mismo tiempo, y en todo momento; la actriz ya ganó el Globo de Oro, entre otros premios y está nominada al Oscar (Mejor Actriz) por su soberbia interpretación, lo único que puedo decir es que se lo merece hasta el momento, ya que un servidor aún no ha podido ver Harriet y El Escándalo, para tener una clara favorita en esta categoría.
Eso si, Renée regresa a la pantalla después de un largo retiro, para demostrarnos que su calidad como actriz nunca se ha desvanecido y sigue siendo una de las mejores actrices de su generación.
El guión es el gran problema de que la película no pueda destacar más de lo que ya lo hizo en los tres primeros cuartos de ésta, esto se debe a su clímax, ya que éste se pierde en la simplicidad, así como el lo predecible; pero más que nada pierde el ritmo y fuerza que el resto de la película tiene, esto hace que ante tus ojos no encaje, eso si, el resto del guión explota cada uno de sus elementos, sobre todo en lo actoral, para resultar fascinante y conmovedor.
También hay que aplaudir tres elementos técnicos que hacen que la cinta funcione aún mejor, esto son la producción, vestuario y el maquillaje, ya que transforman y ambientan de una manera tan cálida cada momento de Judy y la época en la que se sitúa, así como el darle a las escenas esa crudeza o calidez cuando lo necesita.
Otro de los problemas con los que cuenta es su director, ya que se nota su poca experiencia dentro del cine, nos encontramos ante su segundo filme para la pantalla grande, esto no es malo, pero si perjudica en varios momentos al largometraje, sobre todo en varios momentos donde se pudo mejorar y no hacerla notar como si fuera una producción para la televisión.
Al final estamos ante un filme que merece ser vista, tan simple y sencillamente por la soberbia actuación de Renée, en éste, su regreso glorioso a la pantalla grande.
La cinta cuenta con dos nominaciones al Oscar (Mejor Actriz y, Mejor Maquillaje y Peluquería).
